Recuerdo aquella época en la que llegaba la fiesta familiar y cuya reunión se celebraba en el campo. Una noche intranquila, un despertar temprano y un recorrido hasta el lugar de reunión interminable. Cada cierto tiempo era costumbre ir a nuestra casa de campo y pasar el día entre risas y botellas de vino. El menú siempre era el mismo, gachas o migas, pisto, huevos encebollados y poco más. Al lado siempre estaba nuestro vecino el hortelano, como buenos amigos lo empezamos a invitar a comer, un día decidió llevarse su perro, el animal no se comía ni lo que se le dio y encima no nos dejaba comer a nosotros pues entre ladridos y un gran alboroto al final tuvimos que decirle, “o te llevas al perro o te vas, porque así no podemos comer”.
Algo así pasa en la política actual. A la hora de votar tuvimos el mismo menú que en elecciones pasadas, cada uno votó aquello que consideró oportuno y ahora parece ser que existe un partido que ni quiere ni puede formar gobierno, pero lo más indignante es que no deja que lo creen o lo intenten otros partidos.
La actitud del partido popular cuando dijo Maillo “el partido popular solo apoyará un candidato del partido popular y siempre en contra de cualquier otro candidato”, en definitiva que o ellos o nada. Será que están muy mal acostumbrados a hacer y deshacer a su antojo sin la más mínima oposición desde hace varias décadas.
Lo mejor vino cuando en un alarde de querer mostrar sensatez publican los populares 5 puntos para llegar a pactos. Como siempre quedaron en evidencia, donde ponían cinco eran seis y luego no eran puntos programáticos eran unas ideas abstractas y poco específicas. Vamos que fue una pantomima.
No me cabe la duda que la culpa de que el partido popular se haya quedado aislado en el congreso ha sido sólo suya, si durante el mandato con mayoría absoluta al menos hubiera hecho el intento de escuchar, hoy no tendrían ese aislamiento. Si en vez de gobernar para unos pocos hubieran gobernado para todos hoy sus resultados y su posición parlamentaria estarían en otra tesitura.
Cuando yo discutía y discuto sobre la figura de Suárez, siempre digo que a pesar de sus errores era una persona que gobernó por delante de la actualidad socio-política de aquellos tiempos, hoy en día se gobierna en el día a día sin pensar en el futuro. Ya ven parece que la simpatía y la amistad es como el dinero que hay que guardarlo, cuidarlo y ahorrarlo por si en un futuro hace falta.
































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